Con Sheij Taha Fathy Hendy
Alabado sea Allah, Dios del universo, y que la paz y las bendiciones de Allah sean con el mejor de los enviados, nuestro profeta Muhammad, con su familia y con sus compañeros.
“¡Creyentes! Temed a Allah con el temor que Le es debido y no muráis sino como musulmanes.” (Al-Imrán: 102)
Queridos hermanos y hermanas: Se acabó el mes de Ramadán, pero eso no significa que dejemos de lado a todas las prácticas constantes que realizábamos porque forman parte de nuestra fe, no se puede prescindir de ellas y de las cuales:
Seguir haciendo Qiyam al-lail (la oración durante la noche)
La oración durante la noche hace que todos los miembros del cuerpo obedezcan las leyes divinas, pues Ibn Juzeima narró que el Profeta (sws) dijo: ((Sed asiduos en la práctica del Qiyam al-Lail porque era la gran tradición de los virtuosos que os han precedido, es algo que os acerca a vuestro Señor, os evita la consecuencia de vuestra maldad y os aparta de cometer malas accione)).
Leer el Corán continuamente
La lectura del Corán es una de las prácticas constantes de las que ningún creyente pueda prescindir después de Ramadán, pues en Sahíh Muslim, en el hadiz de Abú Umámah: (Leed el Corán, pue el día del levantamiento viene a interceder por quien lo leía en esta vida.
Así que, tú, el creyente veraz, no abandones el Corán, ¿Acaso esta la debilidad y la perdición de esta Umma no fue porque abandonó el Corán? Al respecto, Allah, Altísimo sea, dice en la aleya 30 de la sura del Furqán: “Y el Mensajero dice: ¡Señor mío! Sin duda mi gente ha hecho de este Corán algo digno de ninguna atención”.
Y la falta de atención hacia el Corán tiene varia formas:
-Dejar de leerlo.
-Dejar de escucharlo.
-Dejar de meditarlo.
-Dejar de actuar conforme a las leyes del Corán.
QUE LAS BENDICIONES Y LA PAZ SEAN SOBRE NUESTRO PROFETA MUHAMMAD, SU FAMILIA Y SUS COMPAÑEROS.