18ª reflexión: El nombre de Allah, al-Hakím (El Sabio)

Con Sheij Taha Fathy Hendy

(3ª parte)

Alabado sea Allah y que la paz y las bendiciones de Allah sean con nuestro amado profeta Muhammad, su familia, sus compañeros y todo aquel que siga su ejemplo.

Bienvenidos hermanos y hermanos: Aselemu aleikum, que Allah resplandezca vuestros rostros y haga que seamos de los que escuchan las palabras y siguen las mejores de ellas.

Seguimos con el nombre de Allah al-Hakím (El Sabio). Hemos hablado del significado, vivido con algunos aspectos de la sabiduría de Allah, Glorificado y Altísimo sea, y hoy hablaremos del efecto sobre la conducta y la fe de ese nombre al-Hakím que debería ser reflejado en cada creyente que cree en realmente en ese nombre.

De sus efectos en la conducta y la fe: -Someternos al Sabio, el Creador en todos los decretos, pues el imám Ibn Al-qayím, que Allah esté complacido con él, dijo: (aquel que cree en Allah, Altísimo sea, debe someterse a Él en sus actos y saber que Es Sabio, Soberano y no se divierte, y si ignorara la sabiduría de Su acto, que sepa que atribuya la ignorancia a si mismo, se someta al Sabio, Soberano; y si el intelecto le pidiera la sabiduría del acto, diría: no la veo, así que tengo que encomendar el asunto a Su dueño.

-Otro efecto es aceptar el destino y el decreto sin angustia ni queja, y el ejemplo más bello es el profeta Jacobo, que la paz de Allah sea con él, cuando perdió a su segundo hijo y se dirigió al Sabio diciendo: “Sólo me quejo a Allah de mi pesadumbre y de mi tristeza. Pero sé por Allah lo que vosotros no sabéis” Yusuf: 86. Con la que tenía en el decreto y el destino de Allah, que encierra sabiduría y que la imaginación de sus hermanos les ha sugerido algo contra su hermano, pues Allah dice: “¡No! Vuestra imaginación os ha sugerido esto. ،Hay que tener digna paciencia! Allah es Aquél Cuya ayuda se implora contra lo que contáis” Yusuf: 18.

Y “dijo: ¡No! Vuestra imaginación os ha sugerido esto. ¡Hay que tener digna paciencia! Tal vez Allah me los devuelva a todos. Él es el Omnisciente, el Sabio” Yusuf: 83.

Y cuando Allah reunió a Yusuf con su familia dijo: “Fue bueno conmigo, sacándome de la cárcel y trayéndoos del desierto, luego de haber sembrado el Demonio la discordia entre yo y mis hermanos. Mi Señor es bondadoso para quien Él quiere. Él es el Omnisciente, el Sabio” Yusuf: 100. Aceptar el destino y el decreto es uno de los efectos más importantes sobre la conducta y la fe del ser humano sin angustia ni queja.

Otro de los efectos que el musulmán debe asimilar junto con el nombre al-Hakím es pedir a Allah que le conceda sabiduría, y tiene que suplicar siempre a Allah por ello, poner la palabra y el acto adecuados en lo adecuado. La sabiduría es un don de Allah, Altísimo sea, en el cual el ser humano no tiene nada que ver, excepto con lo que Allah ha decretado para él y las posibilidades que le dio para que tenga de sabiduría lo que Allah, Glorificado sea, quiere, por eso dice: “Concede la sabiduría a quien Él quiere. Y quien recibe la sabiduría recibe mucho bien. Pero no se dejan amonestar sino los dotados de intelecto” La vaca: 269.

Tenemos también que suplicar a Allah con el nombre al-Hakím porque es uno de los efectos sobre la conducta y la fe, que pronunciemos siempre ese nombre para suplicar aAllah y dirigirnos a Él.

También uno de los efectos más grandes es cuando decidamos un juicio entre la gente, que lo hagamos con justicia, y si eres justo y sabio en tu juicio, eso es un efecto sobre tu conducta ligada al nombre de Allah al-Hakím.

Otro efecto es la perfección del trabajo, si la persona hace su trabajo al perfección, Allah le responde con sabiduría del mismo modo que ha sido perfecto en su trabajo, y Glorificado sea, Allah, aquel que ofrece el bien no recibe sino el bien.

Puede que los efectos sean muchos, pero el nombre de Allah al-Hakím merece llenar la vida del creyente, su corazón, su lengua, su pensamiento y su percepción, entonces pregunta a Allah, Glorificado y Altísimo sea, que le conceda de Su sabiduría. Y si el creyente fuera capaz de tratar los asuntos de la vida, eso será un mérito concedido por Allah y porque adquiere algo de los atributos y los nombres de Allah. Debemos ser gene de sabiduría en nuestra vida, nuestro comportamiento, con nuestros vecinos, sociedades, con nosotros mismos y todos los que nos rodean incluso con los cuerpos inanimados que Allah creó.

Rogamos a Allah que seamos de los que reciben la sabiduría, pues quien la recibe, habrá recibido mucho bien y que la paz y las bendiciones de Allah sean con nuestro amado profeta Muhammad, su familia, sus compañeros y todo aquel que siga su ejemplo.